Cuando tenía tres mi padre se fue
No nos dejó nada a mi madre y a mí
Excepto esta guitarra y una botella de bourbon
No lo culpo por huir después
Sino por todo lo que vino a hacer
Pues antes de largarse se le ocurrió ponerme Sue

Debió pensar que era bueno bromear
Y que la gente allí lo iba a secundar
Sin embargo, a mí me ha estado yendo fatal
Una chica se rió y me apené
Un hombre se rió y lo madree
Créeme, esto es el infierno para quien se llama Sue

Yo había crecido rápido y enfadado
Mi mano lista, mi puño cerrado
De pueblo en pueblo con mi venganza gestando
Y le juré a los cielos que en cada pueblo
Y en cada bar buscaría el momento
De encontrar para matar al que me había puesto así

Era 10 de julio en Gatlinburg
Yo recién llegado y con la boca seca
Así que pensé en parar por una o dos cervezas
Era una vieja taberna de mala facha
Y allí en la mesa jugando cartas
Estaba aquel cabrón que me había puesto así

Y sabía que aquél era el viejo mezquino
Por una foto que ya había visto
Por el surco marcado en aquella triste cara
Era grande y feo, sucio y viejo
Lo vi y se me heló el cuerpo
Le dije: “¡yo soy Sue, buenas tardes. Vengo a matarte!”

Le di un golpe justo en el ojo,
pero, para mi sorpresa,
sacó el cuchillo que luego me cortaría la oreja
Le rompí una silla en la cara
Y traspasamos la pared hasta la cuadra
Golpeando al aire con cerveza y sangre

Lo juro he luchado con hombres duros
Y aunque ahora no recuerdo a alguno
Este mordía y pateaba como un vagabundo
Escupía y maldecía
sacó su pistola, luego yo saqué la mía
y se quedó mirándome con esa sucia sonrisa

Dijo: “Sue, el mundo está podrido
Si quieres ser hombre tienes que ser vivo
Y yo sabía que no estaría contigo
Así que me fui, te besé y te nombré
Y supe que después de todo
aquel nombre de niña te habría de volver realista

Y ahora que acabas de partirme la cara
Y sé que me odias y sé que no alcanza
Te digo incluso que si me matas no te culpo
Pero si eres listo me darás las gracias
Por la valentía y la rabia
Pues soy la escoria que te jugó esta mala broma”

Me quedé sin habla y arrojé mi arma
Le dije ‘padre’, me dijo ‘hijo’
Y salí de allí con otra visión y tomé otro camino
Y ahora que pienso sobre todo esto
Y si es que debo, y si que tengo alguna vez un hijo
Voy a llamarlo Lázaro o Cristóbal
Todo menos Sue